Carlos Peinado Gil
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro._x000D_Juan Ramón Jiménez puso su mejor prosa en esta obra atemporal._x000D_Ojalá esta adaptación os haga trotar con Platero por el prado de vuestros sueños.